No hay epitafios
ni huracanes enmarañados,
tu ángel bendito me niega la entrada
el cancerbero está de huelga
y sobornar tu tacto es la peor acción que un humano
pueda ejercer.
La soledad se me cae de la mesa
y se rompe el lomo contra el piso.
Descubro una hendija para mirar tu delirio
la bacanal más alocada se vuelve un juego de niños al lado de tu mirada
el rey caos escupe mis zapatos
y detrás de ese maldito monstruo conviven
hace milenios
los ecos retardados de mis dedos.
Si supiera el acorde que intenté parir mil veces
tu armonía ya estaría destrozada
rota
desarmada
en mis manos.
Sos lindo.
ResponderEliminarEstoy en un trance que no entiendo aún, que no se si quiero... como casarme por iglesia, sin creer en ese dios...
Viajo en unos días, tal vez vuelvo con la mente despejada.
El mejor de mis deseos para tu hijo.