martes, 2 de febrero de 2021

Ya no hay luz negra, el oximoron se ha esfumado. Me ha dejado el camino abierto y una herida que me recuerda en el fondo mi condición de ser humano. Que sería de este tránsito eterno sin una herida que atender? El Quirón, agazapado entre los arbustos de mi conciencia, me arroja su flecha y certero da en el blanco. Oh blanca conciencia!, dónde está lo negro por limpiar? Dónde está la miseria para transmutar? Cronos me invita a la reflexión, a reacomodar las piezas y a tirar de nuevo los dados de lo que no tiene límites. El escorpión acecha tras la sombra, esa que debo integrar pero no diluirme como un pez. Júpiter me nombra y a punto de tocar mi esencia con su rayo penetrante y magnificente me mira y me pregunta si estoy listo. Sin temor alguno lo miro de frente y le pregunto con voz firme: Por qué dudas en dar el golpe? Adelante, ya conozco mi destino, nunca estuve tan seguro como ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dejá un mensaje, no mirés para otro lado. No seas sorete.